Yo venía con otra idea en la cabeza, tenía incluso las
palabras, las propuestas, el esquema totalmente montado cuando, en el metro que
me lleva cada día y más de una vez a mi casa, he escuchado una tonada que a más
de uno le sonará por los cascos de mi móvil. Adiós a mi idea primigenia.
La tonada a la que me refiero es ese ritmo pegadizo que creó
algún avispado con la metedura de pata de cierta señora en lo referido al “relaxing
cup of cafe con leche”, algún grupo de whatsapp me mandaría el archivo y este
se quedó en la memoria del móvil hasta que hoy lo he vuelto a sacar a la luz.
Lo primero, me he reído para mis adentros, lo segundo, he comenzado a pensar…
Y no, no voy a comenzar con lo de: se nos exige un nivel de
idiomas que ellos no poseen (y por ellos me refiero a los políticos a nivel
general) porque aunque cierto y triste mis ideales son más bien otros. No,
quiero comenzar por el hecho de que el nivel de inglés es tan paupérrimo que se
creyó correcto mandar a una señora con un texto mediocre a un acto sumamente
importante, su forma de pronunciar es otro tema de la misma rama.
El inglés es un caballo de batalla que no hemos logrado
vencer y quien diga lo contrario miente, en los institutos se enseña durante
los cuatro años de obligatoria y dos de “optativa” la misma gramática sin
ahondar en las condicionales o sin explicar decentemente la conjugación verbal,
se le da cero importancia a la escritura, exceptuando las típicas redacciones
de medio folio sobre temas escasamente interesantes, y aún menos a la
exposición oral, el pronunciar o no bien es algo totalmente ajeno al inglés
¿verdad que si? La propuesta del examen oral en la selectividad de hace unos
años quedó en papel mojado y soy la primera en admitir el haber dicho “pero
esto porque lo miro en la academia que si no…”
Somos muy comodones a la hora de los idiomas y aunque el
inglés y otros idiomas comienzan a hacerse un hueco en nuestro ideario seguimos
viendo la idea de aprender una gramática diferente con pereza, si no hay una
motivación ¿que esperamos?
Volviendo al tema de los institutos estoy segura de que más
de a uno les sonará cierto otro tipejo de apellido Wert quien con su labia ha
logrado decir que las asignaturas de humanidades son más bien una mierda sin
que lo ahorquen, una de las asignaturas considerada de humanidades es la de
lengua extranjera. Es un suma y sigue por hombres y mujeres que tuvieron la
mala suerte de no poder permitirse un idioma (que no fuera quizás el francés) y
ahora mismo no solo no miran al inglés con el respeto que se debería sino que
incluso lo miran con desprecio… a no ser que el temita del idioma se use en
contexto de ganar adeptos que entonces el idioma es de lo más importante.
Y no se me malinterprete, como traductora manejo actualmente
cinco idiomas y el francés entre ellos, considero que todos los idiomas son
importantes pero en la sociedad en la que vivimos considerar que el inglés es
un artículo que no es obligatorio poseer es extraordinariamente triste.
Por lo que, ¿qué deberíamos hacer? Realmente exigirnos,
realmente decirnos a nosotros mismos: debemos exigir mayor nivel, debemos pedir
que se nos alimente de idiomas, debemos conocer diversas culturas, porque los
idiomas son también eso, culturas. Debemos ser conscientes de una realidad y
actuar en consecuencia con ella.
Para finalizar una historia totalmente verídica: Hace casi
cuatro meses cogí un tren de larga distancia y en el momento de pagar por el
tiquet oí como una mujer mayor de sesenta años hablaba un castellano truncado
con el hombre encargado de otra taquilla, me giré y le ofrecí ayudarla con la
conversación pues era obvio que el hombre (de treinta años) no manejaba otro
idioma que no fuera el castellano, entonces, en un castellano con acento inglés
me dijo: Gracias, pero así aprenderé a hablar español, intentándolo.
Huelga decir que me quedé de piedra.
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