Hoy, 13 de febrero, se celebra
el Día Mundial de la Radio, esa compañera infalible, celebrado en
conmemoración a la radio gracias a la actuación de la UNESCO en 2011, por
petición española.
La radio es el medio de
comunicación con más usuarios en el mundo, por encima de la televisión, la
prensa o internet, pues escuchar una buena emisora es un gran placer. Es muy
práctica; se puede escuchar para dormir, mientras se conduce, para relajarse, mientras se lee, o,
simplemente, a cualquier hora del día y en cualquier lugar. Es un medio
precioso, lleno de voces, música y silencios; es única, y evoluciona al igual
que el resto de medios.
Al igual que uno lee y el libro
le permite imaginarse el contexto de la historia, la radio estimula la gente al
no ver a quien está hablando. ¿Cómo poner cara a esa voz? La radio estimula la
imaginación. Prueba de ello es el radioteatro, que potencia la creatividad e
imaginación de quien lo escuchan. La radio nos hace pensar, imaginar, nos
divierte (según emisoras y programas), nos informa, nos entretiene y nos hace compañía.
Es un medio bastante sencillo
de usar, al alcance de cualquiera, prácticamente. Hace llegar información a
todos los lugares y no creo que corrompa tanto a la sociedad como lo hace la “telebasura”.
Promovemos también con la radio la tan ansiada libertad de expresión, inexistente hasta hace relativamente poco, y, como resultado de ello, de una radio libre y
plural, promovemos la democracia.
Es por ello que animo a todo
el que no escuche la radio a que lo haga, y a quien ya lo haga, que lo siga
haciendo. La radio es cultura. Enciendan sus transistores y… ¡Feliz Día de la
Radio!
José Manuel Sanz
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