sábado, 1 de febrero de 2014

La valla de la vergüenza

“No queremos inmigrantes”. Eso es lo que simbolizan las concertinas en las fronteras españolas con el resto del continente africano.

¿Para qué sirven las concertinas? Para evitar el paso de inmigrantes africanos a territorio español, pero evitarlo de una manera exagerada, pues cuando un inmigrante intenta saltar la valla fronteriza acaba con tremendos cortes en el cuerpo. Eso es violencia, y lo demuestra el que se instalen estas concertinas sin miramientos por lo que estas puedan causar. Además, ¿cómo creen que estará la población que se dispone a saltar una valla repleta de cuchillas? ¿Estará a gusto? ¿Tendrá unas buenas condiciones de vidas y por eso deciden jugarse la vida? No. Pensemos un poco, que para venir aquí, cómo estarán allí.

Son inmigrantes, sí, pero ante todo son seres humanos que vienen aquí en busca de una vida mejor, ¿o acaso no hay inmigrantes españoles en otros países? ¿nos gustaría que se nos tratase al igual que en España se trata a muchos inmigrantes? ¿haciéndonos sufrir?

Viñeta de "Puebla" publicada en ABC del 25 de noviembre de 2013
Esas concertinas son una vergüenza, y demuestran los pocos escrúpulos que tienen aquellos que las instalan, pues saben que quien intente saltar la valla acabará mal. Tampoco son eficaces, ya que aún después de instalarlas numerosos grupos de inmigrantes subsaharianos siguen jugándose la vida y saltando esas vallas con cuchillas. Si no son eficaces, ¿qué sentido tiene herir de esa manera a inmigrantes?

Zoociedad. Somos egoístas. Con esas vallas se cierran vías a personas que intentan escapar de la pobreza, que buscan una vida mejor que en el lugar de donde provienen no pueden encontrar, y tratar así a la gente da vergüenza. ¿Es esto lo que llamamos el “primer mundo”? ¿Es esto lo que se entiende por civilización? Ofrecen dos opciones a los que intentan cruzar: o desisten y siguen viviendo en la más absoluta miseria, viviendo una vida infrahumana, o se mutilan para lograr cruzar.


Señoras y señores, estamos en pleno siglo XXI, y obviamente hay otros métodos de controlar la inmigración, como simplemente la cooperación y la ayuda a territorios donde la calidad de vida pueda ser mucho mejor, pero no, en vez de eso prefieren emplear una medida radical. Y ya de asistencia sanitaria ni hablamos, porque ¿quién cura a los inmigrantes heridos? ¿qué pasa con ellos una vez que están en España y los detiene la policía? Que una valla está para no ser saltada lo sabemos todos, pero hablamos de humanidad, de tener algo de humanidad y algo de sentido común y saber que las concertinas no son moralmente buenas.

Finalizo dejando una propuesta para eliminar las concertinas: Ministerio del Interior: retiren las concertinas de las vallas de Ceuta y Melilla.

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