martes, 13 de enero de 2015

Je suis Charlie

La noticia la hemos visto en muchos lugares, hemos leído sobre ello e, incluso, hemos podido opinar. Pero hoy, en homenaje a lo ocurrido en “Zoociedad” queremos escribir un pequeño artículo sobre Charlie Hebdó.

Charlie Hebdó es una revista satírica francesa cuya sede central fue atacada el siete de enero por dos encapuchados que mataron a un total de doce personas e hirieron de gravedad a otras cuatro; bajo la consigna #JeSuisCharlie (Yo soy Charlie) la respuesta a tamaña masacre inundó pronto todo tipo de red social y diversos periódicos y telediarios también se hicieron eco de esta consigna.

Dos días después los sospechosos fueron vistos en el noroeste de París y hubo un total de cuatro muertes más que los encapuchados habían usado como rehenes además del sometimiento de los mismos sospechosos.

Hasta aquí la noticia de la grave matanza en la capital francesa, pero quisiera hablar también de las consecuencias que esto ha tenido no solo ya en Francia sino en el resto de países circundantes.
El mismo siete de enero nuestro presidente (cuya opinión sobre el creo que ya la hemos hecho más que patente en muchas otras ocasiones) puso a España en alerta tres por el miedo a un ataque terrorista mientras dirigentes de todo el mundo calificaban la matanza de aberración.

¿El problema? La escasa información que se dio al ciudadano medio mientras todo esto se estaba desarrollando.

Desde que se supo que los atacantes habían entrado gritando consignas pro-islamistas muchos periódicos se hicieron eco de este hecho, dándole más importancia al mismo que al ataque en sí, haciendo que la noticia se convirtiera en un canto a una lucha religiosa en vez de los hechos que en ese momento se sabían: Tres hombres, los dos encapuchados más el cómplice, habían atacado en la sede central de Charlie Hebdó.

Esta escasa información y reiteración religiosa hizo para el anochecer de ese mismo día muchas familias islamistas se sintieran amenazadas en la capital francesa y a lo largo de esas horas muchas mezquitas sufrieran de vandalismo. El hastagh “Muerte al Islam” o en su versión americana “KillIslam” se hizo pronto tanto o más fuerte que “JeSuisCharlie” la consigna hasta ese momento bandera de lo ocurrido.

Las actitudes xenófobas se incrementaron exponencialmente así como el miedo y la preocupación por un posible ataque terrorista; muchos de nosotros recordaremos la falsa alarma de una caja de zapatos por ejemplo. Mientras tanto, dibujantes de todo el mundo donaban dibujos sobre la atroz masacre, rememorando de esta forma a los dibujantes satíricos que habían caído. Pronto en la red se pudo discernir dos frentes en esta situación; aquellos que se mantenían junto a la revista y aquellos que se centraban en la parte religiosa del hecho.

Días después, mientras en todo el mundo se celebraban marchas en memoria de Charlie Hebdó Al Qaeda se responsabilizaba del ataque ocasionando más terror y miedo a ataques terroristas.
Y, sin embargo, lo único que yo puedo ver es una profecía que se autocumple.

Sí, los asesinos eran extremistas religiosos y atacaron la revista satírica pues los dibujantes habían dibujado en múltiples ocasiones sus pensamientos sobre el Islam, su religión y su doctrina así como habían escrito sus opiniones sobre el Cristianismo y cualquier otro tema candente en Francia. Si, Charlie Hebdó no era un humor para todos y en ocasiones las verdades resultan difíciles de tragar. O de reírnos de ellas.


Pero incluso antes de saber que Al Qaeda se denominaba culpable y mano en la sombra de estos asesinatos muchos medios de comunicación se hicieron eco de la peligrosidad del islam como religión, en diversas redes sociales islamistas eran vilipendiados y amenazados hasta el punto del terror.

Una adolescente escribía en su Tumblr como temía perder a sus amigos y ser apalizada al día siguiente en clase por ser musulmana, en diversas cuentas de twitter el hastagh  de muerte al Islam antes mencionado era jaleado y animado por múltiples cuentas.

A lo largo de nuestra historia se han cometido muchas matanzas, como residente y oriunda del país vasco puedo decir que alguna que otra también he tenido que vivir y he sufrido ese miedo que existe y se siente en el paladar al hablar un poco más alto de política. Europa tiene listas de momentos históricos bañados con sangre, esos momentos históricos deberían ser una fuente de conocimiento, deberíamos aprender de ellos, no repetir los mismos errores.

Si, Charlie Hebdó sufrió un atentado por parte de dos extremistas pero eso no implica que todo creyente de esta misma religión sea un extremista.

A lo largo de estos días en diversos programas de debate se escuchaba como el Islam en sí mismo es “un peligro”. Y yo digo: El extremismo religioso ES un peligro, la creencia de la supremacía de una raza ES un peligro, la necesidad o creencia de matar ES un peligro. Pero un colectivo entero de mujeres, niños, hombres inocentes no es un peligro.  Musulmanes inocentes NO son un peligro.

No debemos centrarnos en el conjunto religioso, debemos terminar con el terrorismo, debemos impedir que otro ataque así vuelva a ocurrir, igual que debemos terminar con el racismo, la homofobia o la diferencia brutal entre el primer y el tercer mundo. Tenemos aún mucho por delante para mejorar pero condenar a un colectivo por lo que hizo un pequeño grupo no es la solución. Así solo se mantendrá el miedo, miedo que generará odio que creará ataques tanto o igualmente fuertes contra personas tan inocentes como los dibujantes acribillados a tiros en la sede de la revista francesa.


Somos Charlie porque todos nosotros tenemos una opinión y mientras esta opinión no hiera, mate o retire el derecho humano de existir y tener la misma justicia esa opinión es válida. Somos Charlie porque el odio debería perder fuerza, somos Charlie porque todos nosotros somos alguien. 

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